La esencia de las obras es provocar percepción de alto valor en una composición equilibrada entre el arte y los elementos que conforman un espacio.
Las obras por sí mismas evocan sensación de espacios amplios en la tierra y espacios dentro de uno mismo que llevan a imaginar e interpretar, con ayuda de la disposición de los elementos o plan de diseño, los aspectos diferenciadores de un espacio.
El arte debe consolar al perturbado y perturbar al cómodo.